Tras la aparente simplicidad de las formas en su obra, el halo frío de los materiales empleados, las líneas sinuosas y la supuesta armonía de los colores que la caracterizan, no son más que una apariencia ilusoria de un mensaje reconciliador.
Falsa serenidad para llamar la atención sobre el anhelo de nuestra sociedad por superar ciertos acontecimientos que han marcado la memoria colectiva, como símbolo reconciliador intercultural.
Antonio Jurado (Gilena 1984) es uno de los escasos artistas de su generación que ha dedicado su trabajo, casi en exclusiva, a la escultura en piedra.
Uno de los temas principales de la obra de Jurado es el mestizaje, que marca con un sentido de armonía, ausentándose de elementos figurativos que distorsionarían el lenguaje conceptual de la pieza.
Sus producciones suelen hacer referencias a sucesos recientes, pero marcado por un lenguaje lleno de esperanza.
David Ruiz García, conservador de la CMG